James se acercaba a la tienda donde habían quedado él y su amiga. Al llegar saludó a Alice y ella le devolviió el saludo.
- ¿ Qué tal ? - preguntó Alice dándole dos besos de bienvenida - Ya no te veía desde hace tiempo.
- Ya, la verdad es que estuve bastante ocupado durante este tiempo - le explicó a la chica - pero ahora he vuelto al mundo real, y necesito tu ayuda.
- Claro, vamos a dar una vuelta mientras hablamos - propuso Alice -.
James asintió con la cabeza.
Empezaron a caminar y entonces también empezaron a hablar.
- Y, ¿ para qué me necesitas ? - preguntó intrigada Alice -.
- Pues, estoy planeando un asesinato - le soltó James, mientras miraba para los lados -.
- ¿ Y me lo sueltas así? - preguntó ella mirando para él impresionada - ¡ Ni que mataras todos los días.
- Vale, perdón por mi falta de tacto - se disculpó, con un pequeño tono irónico -.
- Vale, ahora explícame que tengo que ver yo en ello - le preguntó -.
- No es nada del otro mundo, sólo necesito que me consigas armamento y otra cosa más - explicó él, más tarde también le explicó lo de la reunión y el director de la SNE.
Ella se quedó pensativa, analizando todo lo que le había dicho su amigo.
- Increíble la verdad, pero, eso último que me pides va a ser lo más difícil - explicó Alice - el hotel en el que dices que va a ser la reunión, eso de evacuar todo, es complicado, no te prometo nada.
- Me parece bien - dijo James - me tengo que marchar, ya hablaremos.
Más tarde, James ya se veía en su piso recién alquilado, sentado en el sofá tomando una cerveza y mirando alguna que otra cosa en el portátil. La sala de estar estaba toda desordenada, papeles tirados por el suelo, más y más latas de cerveza en el suelo, y la televisión vieja, pequeña de diecinueve pulgadas y un poco estropeada. Empezó a sonar el teléfono, una llamada inesperada que le sorprendió repondiendo con un brinco.
Cogió el teléfono rápidamente posando la cerveza en la mesa.
- Diga
- Hola, ¿es usted James, James Lanington? - preguntó un hombre con voz ronca al otro lado de la línea telefónica -.
- Si - respondió James un poco entrecortado - ¿ quién lo pregunta ?
- Llamamos de la SNE, querríamos que viniera a una reunión que se realizará en menos de dos semanas en el hotel La Torre, ¿ podría venir? - preguntó -.
Se quedó pensativo, a la vez pillado y también bloqueado. ¿ Por qué le habrían llamado? ¿ Acaso sabían algo de lo que planeaba? Tantas preguntas de repente, era demasiado. No sabía que responder, pero cada vez que lo pensaba más, le parecía una oportunidad irrepetible para que se cumpliera el plan. Tenía que pensar rápido o empezarían a sospechar, o quizás cortarían la llamada dejando a un lado la posibilidad de que él pudiera asistir a la reunión.
- ¿ Está ahí ? - preguntó el hombre con voz ronca -.
Ya tenía una respuesta elegida, era su oportunidad.
- Claro, como no - respondió él -.
- De acuerdo, dos días antes le llamaremos para darle información detallada, chao.
- Vale, me parece bien - respondió de nuevo James y colgó el teléfono -.
Una nueva oportunidad, nuevas puertas se abren. Ahora podría infiltrarse con más facilidad en el hotel, y aún así podría hacer una evacuación ''accidental''. Pero no dejó de pensar en que era un poco extraño que le llamaran, no podía bajar la guardia. Tendría que investigar para ver el porqué de la llamada, su finalidad.
Fin.
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viernes, 5 de febrero de 2010
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